sábado, 22 de octubre de 2016

LA GRACIOSA, Caleta de Sebo


Llegamos a la Graciosa y inmediatamente tengo la sensación de que es un lugar distinto y algo mágico, todo lo que Toni me había contado se queda corto.

Caleta de Sebo, la única población habitada todo el año, es un conjunto de casitas blancas y donde no existe el asfalto y actualmente se están haciendo las obras de alcantarillado y su correspondiente depuradora. 

Las calles son de la misma arena dorada que las playas y los afortunadamente pocos coches que circulan son obiamente todoterrenos, todo ello le da un encanto especial, de vez en cuando una palmera y algunos cactus enormes son los que le dan una nota de color.

A los pocos días de llegar observo, la para mi, maravilla de las mareas, entre la baja y la alta puede existir según el día una diferencia de hasta dos metros y medio.










Asi es la isla




La playa del pueblo


Secadero de sardinas, aqui pajines












Aqui también hay tapas! lapas y salpicón


Increible puesta de sol tras Montaña Amarilla





Y como no! las típicas papas arrugadas con mojo verde y rojo

Marea alta
Marea baja







 Transporte oficial en la isla




Estamos de obras, instalando el alcantarillado


Construcción típica, aunque no lo parezca tiene más de ciento treinta años de antigüedad

miércoles, 5 de octubre de 2016

DUQUESA, LA LINEA DE LA CONCEPCION (GIBRALTAR) LA GRACIOSA (CANARIAS)




Salimos del Puerto de la Duquesa con dirección a Gibraltar y al cabo de un rato, una espesa niebla apareció, hasta el punto en que no se veía la proa del barco, íbamos oyendo las sirenas de los mercantes fondeados, llevábamos el Radar y el Ais conectados, Toni al timón y yo vigilando por si se veía algún barco demasiado cerca. Antes de llegar a el Estrecho la niebla desapareció.

Llegamos al puerto de la Duquesa, en la Linea de la Concepción un domingo al mediodía, por la tarde hicimos un paseo y el lunes lo dedicamos a realizar las compras de productos frescos, teníamos por delante unos cinco o seis días de travesía.

Por fin el martes de buena mañana salimos hacia Canarias, veréis en la primera foto que la ruta que seguimos no es directa, nos dirigimos hacia Madeira con el fin de alejarnos de la costa marroquí que es peligrosa debido a la cantidad de redes de pesca que hay a la deriva sin señalización y al mismo tiempo ganar un mejor ángulo para cuando entrase el viento del norte.

Teníamos una previsión muy buena para terminar de pasar el estrecho tanto de viento como de corrientes y mareas que aquí son muy intensas. El mar estaba plano como un plato, hacia sol y nada de viento o sea que tuvimos que ir a motor, navegando plácidamente pero controlando la gran cantidad de mercantes, petroleros y hasta algún barco de la marina que entran y salen del Mediterráneo. Escuchamos por radio el aviso de pateras a la deriva en posición desconocida.

Nos disponíamos a comer, eran las dos cuando oímos la chicharra de la caña de pescar, Toni me llama, ven! ven! y tanto que corrí, pero después de seis horas que el pobre Toni estuvo luchando recogiendo y dejando para sacar del agua "algo", un fuerte tirón y rompió el sedal, que decepción, y sin siquiera ver lo que era. Pescadores entendidos en la materia nos comentaron que seguro que era un atún de al menos cien quilos

El segundo día de navegación, después de una noche en la que Toni no durmió, la verdad es que él no durmió ninguna noche, tan solo alguna cabezadita, pese a la sofisticada electrónica que llevamos, hay que vigilar mucho y el se conformaba haciendo alguna siesta de día.

Así mismo a partir del segundo día, el mar y el viento se pusieron de acuerdo para visitarnos y poner un poco de salsa en la tranquilidad que llevábamos. Esto duró cuatro días más, un día de subida y los demás de bajada, teníamos unos 20 nudos de viento, pero el mar era más fuerte de lo que corresponde a a esta intensidad debido a la borrasca del norte de Galicia. Las olas eran espectaculares, vi el color turquesa de sus crestas antes de desplomarse, al día siguiente Toni me dijo que esto solo se empieza a ver cuando las olas tienen más de cuatro metros...

Te acostumbras a un balanceo continuo del barco y hacer todas las cosas con éste movimiento, a veces cuando estas cocinando, algún plato, o lo que hay dentro, vuela. Agradeces cualquier momento en el que puedes dormir algo. El tiempo transcurre lentamente, haciendo los controles pertinentes de la navegación, hablando dos veces al día, una por la mañana y otra por la noche por radio BLU (radio de larga distancia que emplean los radioaficionados) con los amigos del Daruma que navegan por la zona, apovechámos para leer muchísimo, suerte del eBoock, los libros en papel no nos cabrían a bordo. 
La parte positiva es que navegamos a vela y el Antull vuela, casi parece que surfee sobre las olas porque el mar siempre nos viene de popa.

Después de cinco días y medio navegando llegamos a la Graciosa, que emoción cuando vemos tierra!
Nuestra ruta


Y de repente aparece la niebla




Aclara la niebla y aparece el Peñón de Gibraltar
Cerca del estrecho vimos muchos mercantes fondeados

Faro de Punta Europa



Puerto de la Alcaidesa, en la Linea

Paseando por la Linea de la Concepción


Al amanecer salimos rumbo a las Canarias


De lejos vemos Isla Tarifa






Numerosas embarcaciones cruzan el canal de tráfico para entrar o salir del Mediterraneo

Aqui comienza la odisea de seis horas de lucha sin conseguir sacar el pez del agua, pescadores expertos nos dijeron que seguro que era un atún de cien quilos por lo menos.







El capi hace guardias de noche, por tanto descansa de día





Aunque no estamos en el mar de los Sargazos, esto esta lleno de ellos

Pocos delfines vimos, éste es uno de ellos


Familiarizándome con la electrónica del barco





Un atardecer más buscando el "rayo verde"


Hoy es 11 de septiembre


Navegamos de empopada con dos genovas


Tierra a la vista! despues de casi seis dias navegando por fin se avista la Graciosa




Lanzarote, entrando a la Graciosa por "el Rio"

Celebramos la llegada, estamos en tierra.